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Nosotros

El Chocolate de la Abuela nace casi simultáneamente con el traslado de la asociación, arraigado en la tradición ancestral de elaborar chocolate 100% natural, a base de cacao puro y sin mezclas. Los primeros años fueron un verdadero desafío: cada etapa se realizaba de forma completamente artesanal, tostando el cacao en pailas tradicionales, descascarillando grano por grano a mano y moliendo en máquinas convencionales. Era una labor exigente pero llena de pasión. 

A partir del año 2013, nuestra historia dio un giro transformador. Con el respaldo de diversas entidades, gestionamos recursos para adquirir maquinaria especializada que optimizó nuestros tiempos de producción, pero siempre preservando la esencia artesanal y natural que nos define. Hoy, seleccionamos cuidadosamente granos de cacao con perfiles aromáticos excepcionales; cada variedad aporta características únicas que nos permiten ofrecer chocolates con sabores suaves y complejos, evitando notas amargas y secas.

Nuestros Principios


 Agricultura

Una agricultura sana para el hombre y el medio ambiente.

 Autoabastecimiento

Sembramos autosuficiencia

Calidad

Buscamos una mejor calidad de vida para campesinos y consumidores



Precios justos

Precios justos para productores y consumidores.



Misión


Somos una organización de beneficio social y agroambiental que brinda educación, asesoría e investigación técnica para mejorar las condiciones agroambientales y la calidad de vida de las comunidades, impulsando la comercialización de productos agrícolas regionales bajo principios de solidaridad, honestidad, transparencia y autonomía.

Visión


Será una organización que logre tener injerencia en los procesos que promuevan y faciliten el desarrollo agroecológico, socioeconómico y la protección del medio ambiente del área rural de la región en un tiempo de cinco años.

¿Por qué hacemos lo que hacemos?


En Semillas del Campo creemos que la transformación social comienza en el corazón del campo colombiano. Creemos que las mujeres, especialmente aquellas que han vivido el conflicto armado y que hoy son cabeza de hogar, merecen oportunidades reales para reconstruir sus vidas con dignidad, autonomía y esperanza.

No solo cultivamos cacao. Cultivamos segundas oportunidades, tejemos comunidad, y rescatamos el valor de nuestras raíces. Trabajamos porque estamos convencidos de que el campo no es solo el origen de los alimentos, sino también de la sanación, la cultura y la resiliencia.


¿Cómo lo hacemos?


A través de un modelo cooperativo y solidario, donde las mujeres son protagonistas del proceso: desde la siembra del cacao, hasta su transformación en un producto 100% artesanal y natural.

Trabajamos con prácticas limpias y sostenibles, cuidando la tierra como cuidamos la vida. Promovemos el empleo local, el trabajo justo y el respeto por los saberes ancestrales. Cada grano de cacao es el fruto de un proceso consciente, responsable y lleno de amor.



¿Qué hacemos?


Producimos cacao artesanal 100% puro, elaborado por manos de mujeres valientes que decidieron convertir el dolor en oportunidad. Un producto que ofrece más que sabor: ofrece salud, bienestar, unidad y alegría en cada taza.

Pero más allá del producto, ofrecemos una historia que inspira, una causa que une, y un ejemplo de que sí es posible construir paz desde lo cotidiano, desde lo rural, desde lo humano.

 Porque cuando eliges nuestro cacao, no solo eliges calidad: eliges propósito. Eliges ser parte de una transformación real.